Para pensar


Erase un sabio anciano, padre de siete robustos hijos, que vivían en la indiferencia y la discordia. Sintieno cercana la hora de la muerte, un día los llamó.

Presentóles un haz de siete varas sólidamente atado, y les dijo:"Legaré todo mi hacienda a aquel de vosotros que pueda quebrar este haz".

Uno por uno lo intentaron en vano, los siete hermanos que vivían en la indiferencia y la discordia, y exclamaron: "No podemos, padre."

Entonces el anciano desató el haz, y lo rompió sin esfuerzo, vara tras vara. Hiciéronle notar sus hijos: "Así, también podríamos haberlo hecho nosotros, padre." Y el anciano repuso: "Esta lección, hijos míos, es la mejor herencia que os dejo. Aprovechadla. Desunidos, cualquiera os podrá quebrar, como yo quebré esas varas. Unidos por el amor de hermanos, seréis fuertes e invencibles como el haz."