Himno Nacional Argentino
(Estrofas Originales)
Coro
Sean eternos los
laureles
que supimos conseguir;
coronados de gloria vivamos
o juremos con gloria morir.
1. Oíd, mortales, el grito
sagrado:
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
¡Oíd el ruido de rotas cadenas!...
Ved en trono a la noble Igualdad.
Se lenvanta a la faz de la tierra
una nueva y gloriosa Nación,
coronada su bien de laureles
y a sus plantas rendido un León.
2. De los nuevos campeones
los rostros
Marte mismo parecer animar:
la grandeza se anida en sus pechos;
a su marcha todo hace temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas
y en sus huesos revive el ardor,
lo que ve renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.
3. Pero sierras y muros se
sienten
retumbar con horrible fragor:
todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel;
su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.
4. ¿No los veis sobre Méjico y Quito
arrojarse con saña tenaz,
y cual lloran bañados de sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No lo veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?
5. A vosotros se atreve,
argentinos,
el orgullo del vil invasor:
vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a esos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.
6. ¡El valiente argentino a
las armas,
corre ardiendo con brío y valor!.
El clarín de la guerra, cual trueno,
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo León.
7. San José, San Lorenzo,
Suipacha,
ambas Piedras, Salta y Tucumán,
la Colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental,
son letreros enternos que dicen:
"Aquí, el brazo argentino triunf ó:
aquí, el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló"
8. La Victoria al guerrero
argentino
con sus alas brillantes cubrió,
y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dió.
Sus banderas, sus armas, se rinden
por trofeos a la libertad,
y sobre alas de gloria alza el pueblo
trono digno a su gran majestad.
9. Desde un polo hasta el
otro resuena
de la fama el sonoro clarín,
y de América el nombre enseñando
le repite: "¡Mortales, oíd!
Ya su trono dignísimo alzaron
las Provincias Unidas del Sud.
Y los libres del mundo responden:
"¡Al gran pueblo argentino, salud!"
Vicente López y Planes